miércoles, 1 de septiembre de 2010

UN COMENTARIO DE JUNG AL "BARDO THODOL"


C.G.Jung escribió varios prólogos a obras fundamentales del budismo vajrayana y zen, convirtiéndose a lo largo del pasado siglo en uno de los principales valedores de sus planteamientos en el seno de la cultura occidental. En general, su punto de vista consiste en considerar tanto las técnicas meditativas como los tratados filosóficos de ambas escuelas como instrumentos de autoconocimiento psicológico y aproximación a uno mismo. En estos días, leo "Comentario psicológico al Bardo Thodol", editado en C.G.JUNG.OBRA COMPLETA (2008), por Ed. Trotta, Madrid. Vol. 11. Recojo ahora un fragmento sobre el significado que Jung le otorga globalmente a la guía para el viaje entre vidas, atribuida a Padmasambhava.

"El "Bardo Thodol" es uno de esos libros a los que su profunda humanidad y su todavía más profunda penetración en los misterios anímicos hacen interesantes no sólo para los especialistas en el budismo mahayana, sino también para todas esas personas -especialmente para esas personas- que aspiran a ampliar su sabiduría vital. Desde el año de su publicación, el "Bardo Thodol" ha venido siendo para mí, por decirlo así, un fiel acompañante, al cual no sólo tengo que agradecerle un gran número de estímulos y conocimientos sino también un buen puñado de intuiciones fundamentales. A diferencia del "Libro Egipcio de los muertos", del que uno siempre dirá demasiadas o demasiado pocas cosas, el "Bardo Thodol" alberga una filosofía que todo el mundo puede comprender y cuyas palabras están dirigidas a seres humanos, y no a dioses u hombres primitivos. Su filosofía constituye la quintaesencia de la crítica psicológica budista, y en cuanto tal -bien podemos decirlo- su superioridad es inaudita. En este libro todas las divinidades, no sólo las coléricas, sino también las pacíficas, son proyecciones del alma humana en el reino aparente del samsara; una idea en la que el si el europeo occidental no acierta a ver otra cosa que una perogrullada, es sólo porque le recuerda sus propias simplificaciones triviales. Ese mismo europeo, sin embargo, sería incapaz de afirmar simultáneamente la realidad de esos dioses que ha declarado sin valor por no ser otra cosa que proyecciones. Cosa semejante, sin embargo, es muy capaz de hacerla el "Bardo Thodol", para el cual algunos de los primeros y más básicos principios metafísicos que europeos cultivados y por cultivar ignoran por igual son todo menos un secreto.

La imposibilidad de resolver las contradicciones implícitas en todas las consideraciones metafísicas se da por supuesta de manera tácita en todos y cada uno de los pasajes del "Bardo Thodol". ... Me temo que ni la filosofía ni la teología occidentales brindarán una cálida acogida a este tipo de afirmaciones. A diferencia del "Bardo Thodol", que es fundamentalmente una obra psicológica, las disciplinas recién nombradas se hallan todavía en un estadio medieval y prepsicológico. ... Las afirmaciones metafísicas son enunciados del alma, y en cuanto tales, estas afirmaciones son todas psicológicas. " (pág. 526-527)

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